
El turismo de salud y gastronómico se suman al enoturismo, como imanes de visitantes del exterior; se espera un crecimiento de hasta 10% en el sector.
El año pasado las autoridades de Japón colocaron una valla para impedir el paso al popular monte Fuji y evitar la alta concentración de turistas que provoca distintos problemas a los habitantes locales.
Querétaro tuvo un notable crecimiento en el sector turístico en 2024: se registraron 7.6 millones de turistas, esto es siete veces los habitantes de la capital del estado. Lejos de convertirse en una molestia para los queretanos, es un importante motor de crecimiento, ya que genera 23% de los empleos formales e ingresos equivalentes a 23% del PIB estatal.
El año pasado la ocupación hotelera del estado fue de 62.3% y la derrama económica ascendió a 33 mil millones de pesos.
“Este crecimiento es aún más notable si se considera el impacto de la pandemia en la industria turística”, opinó para MONEY la secretaria de Turismo, Adriana Vega Vázquez Mellado.
El gobierno busca mantener ese ritmo de crecimiento, con una proyección de aumento de entre 5 y 10% en el indicador de turistas-noche en los próximos años de la administración.
¿Cómo piensa lograrlo? En dos vías: la promoción del destino y la inversión en infraestructura turística.
En el último año, se invirtieron 44.1 millones de pesos en obras de infraestructura turística en los diversos municipios, y se destinaron más de 60 millones de pesos en acciones de promoción.
La entidad, explicó Vega Vázquez, presentó la candidatura para ser sede de dos eventos internacionales de la ONU Turismo, lo que impulsará el turismo internacional en la región. Con ello, se busca alinear a Querétaro con las políticas turísticas internacionales e impulsar aspectos como la sustentabilidad, la inclusión y la digitalización del destino.
“Esto es especialmente importante, ya que el turismo internacional es un nicho de mercado que tiene un gran potencial para Querétaro ante el constante cambio de las preferencias de los viajeros internacionales. Aquellos que buscan vivir experiencias significativas y memorables”.
Otra acción es la ampliación de la oferta de transporte público. En febrero el gobierno de Querétaro puso en marcha el servicio de transporte Qrobús de la Alameda Hidalgo, en el Centro Histórico, hacia el Aeropuerto Internacional de Querétaro (AIQ).
Una de las principales características del turismo en países como Japón, con gran afluencia de viajeros, es el acceso al transporte público seguro y accesible. El gobierno de ese país, incluso, ha establecido una tasa turística a la tarifa del transporte público para aliviar la saturación de los autobuses urbanos y usar lo recaudado para mejorar la infraestructura.
La falta de infraestructura adecuada a la demanda empieza a tener efectos adversos en el turismo local. La secretaria de Turismo de Querétaro reconoció a principios de febrero que la llegada de turistas procedentes de Ciudad de México tuvo una disminución de hasta 15% en las temporadas bajas. La cual, dijo, podría estar relacionada con la saturación de la carretera federal 57.
Existe el plan de conectar la capital mexicana con Querétaro a través de un tren, vía de movilidad que aprovechará la secretaría de Turismo para promover la región vitivinícola del estado y captar ese turismo de la CDMX que traerá el tren.
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ENOTURISMO, LA JOYA DE LA CORONA
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La Ruta del Arte, Queso y Vino es un ejemplo de cómo el turismo funciona tanto para los locales como para los visitantes. Esta ruta recibe más de 1.5 millones de visitantes cada año y genera una derrama económica de más de 4 mil millones de pesos, lo que beneficia a muchas familias que laboran en los viñedos, queserías, hoteles y tour operadoras de la región.
En 20 años, Querétaro pasó de contar con 4 viñedos a más de 30; y de tener una fábrica quesería artesanal a más de 11. Una de las razones detrás de este crecimiento es la gran variedad de atracciones turísticas que ofrece el estado a través de distintas empresas vitivinícolas.
“La promoción de la cultura y la tradición vitivinícola de la región es un aspecto fundamental de la oferta turística. Sala Vivé FX, se enfoca en promover la cultura del vino de manera responsable, destacando la importancia de la sustentabilidad y la calidad en la producción de vinos”, dice Luis Raventós, wine maker y director de Sala Vivé FX.
Sala Vivé FX, de la empresa queretana productora de vino Freixenet de México, recibe alrededor de 300,000 visitantes cada año, provenientes principalmente de Querétaro, Ciudad de México y Estado de México, así como de diferentes estados de la república.
La Ruta del Arte, Queso y Vino genera una derrama económica de más de 4 mil millones de pesos.
Entre los proyectos que tiene la empresa está lograr la certificación ISO 14001 en Sistema de Gestión Ambiental, una norma internacional que permite a las empresas demostrar el compromiso asumido con la protección del medio ambiente durante tres años.
Aunque existen desafíos que deben ser abordados como la regulación turística, dice Vega, el enoturismo sigue siendo uno de los principales imanes de visitantes.
“Es necesario que los municipios elaboren y actualicen sus reglamentos turísticos para regular la actividad y conservar la imagen urbana. La sustentabilidad y la inclusión también son temas importantes que deben ser abordados en la industria turística”, agrega.
En cuanto a las oportunidades con potencial, según la funcionaria, el turismo de salud y el turismo gastronómico son dos nichos de mercado que tienen un gran potencial para Querétaro.
En el segmento de salud se están conformando productos para atraer a visitantes que buscan realizarse diversos procedimientos médicos, a aquellos que buscan un retiro tranquilo, y también la tendencia del “wellness”.
Además, desde el gobierno se impulsa con fuerza el turismo gastronómico, para todos aquellos que buscan experiencias para descubrir la cultura e historia de Querétaro a través de la cocina, así como las “rutas de turismo religioso o espiritual”, que combinan la cultura, el turismo rural y la gastronomía, con productos como el “Camino Iniciático de Santiago en Querétaro” y el “Camino de San Junípero Serra”, los cuales recorren gran parte de la Sierra Gorda, que cuenta con la certificación bronce de EarthCheck, garantía de que es un destino turístico sustentable.
Aunque el sector turístico en Querétaro está consolidado, el gobierno reconoce desafíos: buscar las regulaciones adecuadas entre los establecimientos de hospedaje y los espacios ofertados en plataformas; impulsar acciones de sustentabilidad e inclusión y respeto a las comunidades receptoras, así como la capacitación permanente.
Con la mirada puesta en los turistas internacionales, Vega reconoce que tienen mucho trabajo por hacer, para mantener a los prestadores de servicios turísticos listos para recibir a los visitantes con altos estándares de calidad.
Querétaro no tiene el monte Fuji pero sí la Peña de Bernal, un atractivo que sus turistas también colapsan al pintoresco pueblito y que lucha contra ese visitante de michelada, cuatrimoto y reiser, que lejos de dejar verdaderos dividendos, provoca muchas molestias a locales, turistas y medio ambiente.